28 marzo 2014

Asesinar una vida

La mamá de David: "Estaba irreconocible. La cabeza era un globo y los ojos dos cosas violetas que le sobresalían".

Me quedé con esta foto en la cabeza. Y con muchos comentarios celebrando su muerte. Creo que no puedo decir algo mejor que Javier Nuñez en su nota de opinión "No cuenten conmigo"

Una vida. Una cartera. 

Sólo quería recordar un pedacito de la introducción del Premio Nobel de Literatura en 1946, Hermann Hesse, a su libro Demian, "el vibrante poema en prosa de su edad madura, con una palabra de simpatía y una calurosa recomendación", según Thomas Mann.


"Si no fuéramos algo más que individuos aislados,

si cada uno de nosotros pudiese realmente

ser borrado por completo del mundo por una bala de fusil

no tendría ya sentido alguno relatar historias.

Pero cada uno de los hombres no es tan sólo él mismo;

es también el punto único, particularísimo, 

importante siempre y singular,

en el que se cruzan los fenómenos del mundo, 

sólo una vez de aquel modo y nunca más.

Así la historia de cada hombre es esencial, eterna y divina

y cada hombre mientras viva en alguna parte

y cumpla la voluntad de la naturaleza,

es algo maravilloso y digno de toda atención.

En cada uno de los hombres se ha hecho forma el espíritu,

en cada uno padece la criatura,

en cada uno de ellos es crucificado un Redentor."

22 marzo 2014

El agua es vida

La primera vez que lo escuché a Evo Morales decir que el acceso al agua debía ser un Derecho Humano me pareció una locura. ¿Cómo podía elevarse a calidad de Derecho Humano algo tan simple como abrir la canilla y ver al agua correr?

Con el tiempo fui entendiendo que lo que para mí era tan común, para millones de otros no lo era. La mitad de la población mundial no tiene acceso al agua. No en todos los lugares del mundo existe una red que lleva agua a la gente. No todos tienen un fácil acceso a una fuente de agua. Muchos deben recorrer kilómetros incluso para poder tomar un sorbo de agua. Y, a diferencia de mi ducha que es infinita, el agua que tanto les cuesta se cuida como a la vida. El agua es valiosa. 



Si bien me había cansado de estudiar en la escuela que las plantas necesitan agua y que algo así como el 70 por ciento de nuestro cuerpo es agua, nunca había pensado que el agua era sinónimo de vida. Por supuesto que a quienes nos sobra el agua (somos millonarios de agua) nos es difícil apreciar su importancia. Tal vez en un viaje por un país ajeno podemos ver su importancia, cuando nos olvidamos la botellita y sentimos un leve dolor de cabeza ante el primer indicio de deshidratación.

Si vamos a las estadísticas, la ONU señala que 1.100 millones de personas (el 18% de la población mundial) no tienen acceso a agua potable. La OMS agrega que hasta hace dos años, 768 millones de personas no consumían agua de una fuente mejorada, mientras que 2.500 millones de personas carecían de acceso a servicios básicos de saneamiento y 1.000 millones hacían caca al aire libre. 

Por su parte, la UNESCO cita otros estudios que indican que 2.000 millones de personas no tienen acceso al agua potable de modo continuo, mientras que 3.500 millones ni siquiera tienen cubierto su derecho al agua. Finalmente, UNICEF informa que de los 2.000 niños menores de cinco años que mueren día a día por diarrea (cuántos, ¿no?), el 90% se debe al consumo de agua contaminada, la falta de instalaciones sanitarias e higiene inadecuada.

Si miramos más cerquita, en Argentina el censo de 2010 determinó que el 17,37 por ciento de la población que habitaba en viviendas particulares no tenía acceso a la red. Cabe destacar que según los Objetivos del Desarrollo del Milenio, la Argentina se comprometía a que la red llegara al 88,9% de la población, o sea, que no cumplimos por 2.477.827 vidas. Bastante lejos para un país que creció a tasas chinas en la última década, ¿no? Parece que la educación no es la única área donde el crecimiento económico no se reflejó en desarrollo.

El agua es vida. Y la falta de agua es muerte. Nos parece irreal que haya gente que se muera por falta de agua, pero efectivamente ocurre. Desde quienes no pueden acceder a ella, hasta quienes beben agua no apta para consumo. Quienes viven cerca de una industria que utiliza miles o millones de litros de agua o que contamina el agua con cianuro pueden dar fe de su importancia. La mega-minería a cielo abierto es un lindo ejemplo. Basta ya! Ahora bien, si usted es medio garca o boludo también puede leer y repetir la explicación para garcas y boludos que da la Barrick Gold.

El agua es vida. Y privatizar el agua es privatizar la vida. El agua no puede ser un negocio y esto debe ser contemplado en la leyPonerle un precio al agua es ponerle un precio a la vida. Quienes creemos que no todo es o debe ser mercancía, entendemos que es obligación del Estado garantizar el acceso al agua. Y justamente por eso, es una pena que el tan revolucionario kirchnerismo haya eliminado el artículo 241 del anteproyecto de reforma del Código Civil y Comercial de la Nación que tan transformador era:


ARTÍCULO 241.- Derecho fundamental de acceso al agua potable. Todos los  
habitantes tienen garantizado el acceso al agua potable para fines vitales. 


El agua es vida. Y quienes estamos a favor de la vida, debemos crear consciencia sobre su importancia. Por un lado, debemos pugnar discursivamente para que el agua no tenga una visión mercantil. Por otro lado, debemos presionar al Estado para que todos puedan acceder al agua potable.

El agua es vida. Y desde el 28 de julio de 2010, a través de la Resolución 64/292, la Asamblea General de las Naciones Unidas reconoce que el "derecho al agua potable y el saneamiento es un derecho 
humano esencial para el pleno disfrute de la vida y de todos los derechos humanos".

El agua es vida. Y, por lo tanto, el agua es un Derecho Humano.

14 marzo 2014

La mezquindad del PRO

Si mal no recuerdo, los sectores afines al PRO estuvieron entre quienes más llamaron a participar de los heterogéneos cacerolazos de 2012. De hecho, Mauricio Macri manifestó que la protesta ocurrida el 13S lo llenaba "de orgullo", mientras que el 8N nos representaba "como argentinos y como hombres libres".

El Bloque del PRO aplaude en conjunto la criminalización de la protesta social de Cristina Kirchner. En el centro, el ex árbitro de fútbol y diputado por Córdoba, Héctor "La coneja" Baldassi levanta el pulgar. A su derecha, la diputada Laura Alonso se pone como loca.

En la apertura de sesiones ordinarias del Congreso hubo una escena que llamó la atención. Basándose en una protesta por la absolución de los petroleros de Las Heras, la Presidente Cristina Kirchner criticó en duros términos a la protesta social y los cortes de calle (se puede ver al final de esta edición), mientras afuera del Congreso sus militantes cortaban la Avenida Entre Ríos. Hasta ahí nada nuevo.

Lo extraño del caso fue que el bloque del PRO de Mauricio Macri (que se presenta como la antítesis del kirchnerismo salvo cuando transan en la Legislatura porteña, lo cual ocurre muy a menudo) no sólo apludió fervorosamente, sino que una de sus diputadas, Laura Alonso, se puso de pie como loca.

La protesta social es un derecho constitucional. Si bien podemos cuestionar el corte total de calles, no está en duda que la protesta es fundamento de las sociedades democráticas. Justamente, muchos amigos del PRO cuestionan que en Venezuela el Presidente Nicolás Maduro reprima las protestas de los opositores.

Una de las bases de la democracia radica en la tolerancia y el respeto por el que piensa diferente. De allí que cada uno tenga diferentes intereses, motivos o necesidades como para movilizarse y protestar. Al fin y al cabo es un costo de tiempo y energía. Todos preferimos no protestar. Protestamos y nos movilizamos ante algo que consideramos injusto.

En los cacerolazos de 2012 no pocos amigos oficialistas o filo-oficialistas se manifestaron en contra de este derecho constitucional y calificaron de "golpistas" o "destituyentes" a quienes cacerolearon. No sé si importa, pero yo participé y la verdad que no me gustaba que los amigos me cuestionaran. Tambien recuerdo que muchos anti-cacerolazos copiaban y pegaban carteles discriminatorios a fines de deslegitimar la movilización en su totalidad. 
Me acuerdo incluso que no pocos amigos del PRO salieron a defender, con razón, su derecho a protestar. Creo que no hace falta aclarar que en los cacerolazos se cortaron muchas calles.

La solidaridad no se limita a donar dinero mensual a una ONG y llamar a "Un sol para los niños" el segundo domingo de agosto. Respetar y apoyar dolores y demandas ajenas también es un acto de solidaridad. Por caso, apoyar la lucha de los maestros por un salario digno es un acto de solidaridad. Es una pena que a menos de dos años de los cacerolazos, el PRO se haya olvidado de la importancia que tienen para x personas x protestas y que todos tenemos derecho a ella.

Es una lástima que los amigos del PRO, tras haber vivido en carne propia la incomodidad de que otros les cuestionen algo que consideraban justo, terminen haciendo lo mismo.




Breve comentario final: sinceramente no tengo la menor idea de la causa de los petroleros de Las Heras. Lo que sí sé es que personas como Osvaldo Bayer, Nora Cortiñas, el Papa Francisco y Adolfo Pérez Esquivel les brindaron su solidaridad. Entre creerles a ellos o a la Presidente y el aplauso cerrado del PRO, tengo bastante claro por quién tomar partido.

05 marzo 2014

Interpelación al kirchnerismo intolerante

A diferencia del kirchnerismo orgánico que, tras la derrota en las PASO, ha bajado el nivel de beligerancia y enfrentamiento, el "kirchnerismo intolerante" (que quede claro que no me refiero al todo, sino al sector más radical de ese todo) no termina de entender que la correlación de fuerzas ha sufrido una modificación y se abre un período de transición hasta las elecciones de 2015. Tampoco ha entendido que el problema que enfrenta el oficialismo es justamente el grado de kirchnerismo que tendrá el próximo candidato del Partido Justicialista (de más a menos): el "Pato" Urribarri, Jorge Capitanich, Daniel Scioli (quien últimamente ha sumado muchas adhesiones en Facebook) o Florencio Randazzo. También habría que ver cuánto kirchnerismo les queda.


Tampoco entendieron que la ciudadanía se ha expresado en contra de los fanatismos y la afrenta permanente a quienes no piensan igual. Recordemos que el sector más fanático no ha tenido problema en condenar al Papa Francisco (quien estaría preso si por ellos fuera) o a Julio César Strassera, por citar algunos.

Si efectivamente ese sector no-intelectual del oficialismo desea defender las conquistas populares del kirchnerismo alcanzadas en esta década, como ser la Asignación Universal por Hijo, la Ley de Medios, o la nacionalización de las AFJP o YPF (por nombrar algunas), no sólo debe buscar alianzas ideológicas con los sectores nacionales y populares no afines al kirchnerismo, sino también intentar persuadir a quienes no piensan en el mismo sentido. Las transformaciones sociales no dependen meramente de la imposición, sino que, si quieren superar lo transitorio, también demandan la acción pedagógica y grandes dosis de paciencia.


En medio de una crisis de hegemonía y cuando la inflación y el congelamiento salarial hacen mella en los sectores que han apoyado al Gobierno, si el sector intolerante del kirchnerismo pretende transformar y persuadir a partir de la afrenta y la diatriba, difícilmente logre convencer a algún adversario político. A menos que sólo pretendan chicanear a los que no piensan dogmáticamente igual.

Si buscan que los cambios de esta década perduren, busquen persuadir y entablar acuerdos con los sectores ideológicos afines no oficialistas. De lo contrario, sigan por el mismo camino. 

Amén, hermanos.