06 marzo 2016

Bernie Sanders: ¿conoce a #FeelTheBern?

Un axioma político reza que cuando uno es joven tiene ideales de izquierda y, con el tiempo, se va volviendo de derecha. Es decir, las ansias de justicia social y transformación características de la juventud comienzan a apagarse y van dejando su lugar a ideas conservadoras y al bienestar personal. En pocas palabras: se pasa de la revolución al statu quo; deja de importar el nosotros y gana peso el yo.

Pero muchas veces las premisas se rompen. Si en los últimos años brilló la figura de Pepe Mujica, hoy hay un nuevo discurso en el firmamento: el candidato demócrata a presidente de Estados Unidos Bernie Sanders. Con 74 años, #FeelTheBern es el último de los contrincantes de la favorita Hillary Clinton que sigue en pie. Y está siendo un hueso duro de roer: no para de sumar apoyos e, inesperadamente, ganó en varios estados.


Bernie Sanders es un viejito que se define como un "socialista democrático" y llama a hacer una "revolución política". Esto no sería tan significativo en América Latina, pero sí lo es en Estados Unidos: el país que luchó contra la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas durante cuatro décadas por la hegemonía mundial y ha tildado de "comunista" a Barack Obama por llevar a cabo una reforma que mejorara la salud.

Si Estados Unidos es una de las mecas mundiales del individualismo, el Senador por Vermont llama a la solidaridad social y a llevar a cabo una reforma institucional que garantice la educación pública gratuita a todos los niños y jóvenes. Demás está aclarar que en Estados Unidos la educación cuesta caro. También pide ampliar la reforma en salud de Obama: "Los Estados Unidos deben unirse al resto del mundo industrializado y garantizar el cuidado médico para todos como un derecho". Piense lo siguiente: a muchos estadounidenses les sale más económico viajar en avión a otro país y realizarse un chequeo general que hacerlo en EEUU.

El senador Sanders ha señalado su rival político: la poderosa banca de Wall Street. Es surrealista ver a este abuelo paradito y apuntar con el dedo: "Esta campaña va a enviar un mensaje a la clase multimillonaria: no pueden quedarse con todo". Siguiendo las ideas del economista Thomas Piketty, propone revertir la tendencia neoliberal estadounidense y redistribuir la riqueza: "El tema de la desigualdad de ingresos y recursos es el gran tema moral de nuestra época. Esto tiene que cambiar y, como su presidente, vamos a cambiarlo juntos".

Más allá de estas propuestas, uno de sus puntos fuertes es el cuidado del medio ambiente: "El cambio climático es real, es causado por la actividad humana y tenemos una pequeña ventana de oportunidad para transformar nuestro sistema energético, disminuir las emisiones de carbono y movernos en una dirección muy diferente". La consigna sería más simple si del otro lado no estuvieran las poderosas corporaciones petroleras. En el último debate, consultados por el fracking, el senador Sanders fue mucho más contundente que su rival: "Mi respuesta será mucho más corta. No, no apoyo el fracking".

"Yo creo que uno tiene derechos a la justicia y a la igualdad de derechos si eres negro, si eres hispano, si eres gay, si eres transgénero. Usted es un ser humano", señala Bernie en un país infectado por el racismo y la intolerancia. Ha interpelado a la clase trabajadora una y otra vez proponiendo aumentar el salario mínimo a 15 dólares por hora. No en vano, los jóvenes son su principal bastión y las redes sociales estallan. Si Hillary suma el apoyo de las mujeres, Sanders repite que mujeres y hombres deben ganar el mismo salario.

A diferencia de su rival, Bernie votó en contra de la Guerra de Irak. Sin embargo, su diferencia más grande es el financiamiento de la campaña: "Yo no recibo dinero de los grandes bancos. En un año, usted ha recibido más de 600.000 dólares de Goldman Sachs por dar discursos". La suma supera los 25 millones de dólares y la lista de donantes de Clintos es amplia: Citigroup, JP Morgan, HSBC, Coca Cola, Monsanto, Procter and Gamble, Exxon Mobile, Microsoft y Hewleet Packard. En cambio, el senador financia su campaña a través de miles de donaciones individuales cuyo promedio no supera los 50 dólares. Es David contra Goliat.

Hasta el momento, las elecciones primarias están dando como ganadora a Hillary Clinton. Y probablemente sea la candidata del Partido Demócrata. Y ojalá le gane al candidato del Partido Republicano. Sin embargo, Sanders ha puesto en debate la gravedad de la concentración del ingreso que subyuga al pueblo de EEUU. Su discurso ha interpelado a los estadounidenses y les ha mostrado un nuevo espejo en el cual reflejarse. 

Difícilmente no florezcan nuevos líderes que tomen el legado de este viejito.

Líderes así son los que realmente cambian al mundo.

Y debemos apoyarlos.



No hay comentarios:

Publicar un comentario