16 mayo 2014

Mateo 5: 3-11

Bienaventurados los egoístas
porque tienen pocas personas por quien preocuparse.

Bienaventurados quienes se preocupan sólo por su bienestar individual
porque sólo el sufrimiento de quien se refleja en el espejo les causará dolor.

Bienaventurados las consumistas

porque su felicidad dependerá de una tarjeta de crédito.

Bienaventurados los frívolos

porque el reino de los cielos estará en un shopping.

Bienaventurados los hijos de puta

porque sus bolsillos no sufrirán ante el dolor de las mayorías.

Malaventurados los humildes
porque necesitan de poco para ser felices.

Malaventurados los oprimidos

porque la lucha por una causa justa será una compañía por el resto de la vida.

Malaventurados los que sufren con el dolor ajeno

porque su corazón permanecerá puro como cuando eran niños.

Malaventurados los de pensamiento crítico, los que no aplauden, los que no se inclinan

porque sus ideas no han sido colonizadas ni cooptadas.

Malaventurados los soñadores

porque la felicidad de todos es un sueño hermoso, un sueño colectivo y un sueño eterno.

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