10 diciembre 2013

Negros y ratis

El otro día un amigo de Facebook posteó Canción del mundial de Christian de Lugano acompañado del siguiente comentario: "Me encanta Christian porque en vez de salir a saquear se dedica a hacer arte". Un día anterior su Facebook mostraba un post sobre Mandela. Nunca entendió nada. Parafraseando a mi amigo, diría: "Me encanta (mi amigo) porque en vez de ser nazi y votar a Biondini, se dedica a militar en el PRO".


Es tarde y estoy molesto. Todas las sociedades tiene su chivo expiatorio y nosotros tenemos a nuestros "negros de mierda".

Hacía tiempo que un hecho no era noticia durante tantos días. Más allá de los intereses políticos de los medios opositores, los acuartelamientos policiales y los saqueos no paran de aparecer en las pantallas y en los diarios.

El lugar común a la hora de hablar de los saqueos es que están organizados políticamente y, efectivamente, como bien grafica el sociólogo Javier Auyero en La zona gris siempre hay un componente partidario de fondo, que se suma a la inacción policial. No es natural que de repente tantas personas se dirijan a robar mercadería. En esto hay bastante consenso. Ahora bien, ¿qué tiene de lógico que la gente salga a robar? ¿Usted lo haría? ¿Por qué razón una persona no organizada para saquear ve pasar a un vecino con un mercadería y va a hacer lo mismo?

En los saqueos se hace presente la exclusión: esa gente que invisibilizamos constantemente. Y de la mano de la exclusión está el cosumo. La falta de (consumo). En los últimos 10 años consumir se transformó en un valor. Tener es ser. Nuestro consumo habla de nosotros. Consumiendo somos y consumiendo aparentamos. Si tenemos en cuenta esto, no resulta tan ilógico que una persona que está fuera del sistema sienta el deseo de consumir. Y, sinceramente, a mí me parece muy lógico que ante la oportunidad de obtener un bien al cual  todos acceden pero el no, esa persona actúe en consecuencia. Si muchos vecinos lo hacen, ¿por qué él no? En los saqueos del verano pasado un intelectual decía: "Sigan mostrando las rutas llenas de autos con gente que se va de vacaciones y después pregunten por qué saquean plasmas".

El otro suceso fueron los acuartelamientos policiales. No vi mucho los noticieros, pero me quedé con una imagen: el recibo de sueldo de un oficial que había prestado 27 años de servicio. Su sueldo en mano era la mitad del mío que tengo la misma cantidad de años que él de laburo. Injusto, pero, ¿nos importa? Y sí, nos importa. Nos importa ahora que parece que la ausencia policial nos afecta a nosotros. Si no, ésta nos importa.

A pesar de que desde la derrota de las PASO el kirchnerismo fanático aflojó y hay una menor tensión social, yo sigo bastante enojado. Mi último enojo se inició porque siento que Cristina y compañía están haciendo mierda un sistema que ellos (al Gobierno) y nosotros (a la sociedad) pudimos construir. Lo están haciendo mierda y están dejando un campo fértil para el surgimiento de salidas por derecha. O sea, salidas por exclusión.

En un contexto de inflación los diferentes sectores de la sociedad pujan para que sus ingresos no queden rezagados con los constantes aumentos de precios. Las grandes corporaciones siempre salen ganando, pero también algunos sectores de los trabajadores han podido acompañar o superar esta espiral inflacionaria. Justamente por eso es necesaria la organización sindical: defiende los intereses de sus representados a través de la unión de los trabajadores. Dentro de esta competencia, los trabajadores informales y los desempleadoas se han llevado la peor parte. Entre los perdedores encontramos también a las fuerzas de seguridad, que no tienen representación legal y fueron el orejón del tarro. Si no, ¿cómo se entienden sus miserables sueldos y la solución del conflicto en Córdoba con un buen aumento? Hace meses tuvimos un llamado de atención con la gendarmería y la prefectura. El kirchnerismo dijo que eran golpistas. 

El Estado de Bienestar Europeo se desarrolló durante casi tres décadas y fue una época de bonanza. Su caída se dio por un contexto inflacionario acompañado de la crisis de petróleo y el auge del neoliberalismo. Tanta historia en los discursos, cumpa, tanta historia y Cristina está repitiendo el mayor error de los útlimos tiempos. Y todo por querer seguir en el poder.

Es tarde y estoy molesto. Leo en las redes sociales a un montón de garcas e infelices decir que los que roban son negros. Incluso a muchos que durante años dividieron al país entre oligarcas y, campo nacional y popular. Nosotros tenemos, los otros no. Y cuando ellos explotan por no tener, no tenemos problema en señalarlos con el dedo. Todas las sociedades tiene su chivo expiatorio y nosotros tenemos a nuestros "negros de mierda". Aunque tal vez, el verdadero problema sea nuestro egosimo.

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