15 junio 2016

Corrupción K, silencio y democracia

"No hay una autocrítica que empiece por decir
'yo también formo parte de las equivocaciones 
y los defectos del país'. En la medida que el pueblo 
no se dé cuenta de que él es el protagonista de su
 democracia, y no los demás, no vamos a salir adelante".



Criticar hoy al kirchnerismo es muy fácil. El cuestionamiento por la economía o la corrupción llegan aún con más delay que la Justicia. Demasiado fácil. A piece of cake

Bastante más difícil era hacerlo allá por 2011 cuando el kirchnerismo era hegemónico y fue reelecto por segunda vez con el 54% de los votos, a lo que debíamos sumar el apoyo de otros tantos. Allí también fueron elegidos los Julio De Vido, los Aníbal Fernández, los Lázaro Baez y los hoy afamados José López.

Si bien el kirchnerismo repetía que era fácil criticar en lugar de hacer, la verdad que no, criticar tiene un costo y daba un poquito de miedo o incomodidad cuestionar a un gobierno con tanta legitimidad de origen. En todos los ámbitos había alguien dispuesto a ponerte cara de culo, tratarte de "gorila" o decirte que eras de derecha o golpista por cuestionar los claros puntos incoherentes del kirchnerismo. ¿O ya nos olvidamos de todo eso? No se construye equidad robando. Ni se construye consenso con coerción.


José López, ex Secretario de Obras Públicas y mano derecha de Julio De Vido. Julio De Vido, ex Ministro de Planificación Federal, Inversión Pública y Servicios, y mano derecha de la ex Presidente Cristina Kirchner. Foto: TN

Dicho todo esto, lo que realmente me interesa es señalar un problema que, para mí, va en función de nuestros hiperpresidencialismos. Gran parte del pueblo argentino tiene un error: cree que la democracia renace cada dos años cuando nos toca votar. Al día siguiente entramos en un letargo y dormimos la siesta. Diferente es lo que ocurre en otros países que entienden que el poder no reside en el Poder Ejecutivo, sino en el pueblo. Nadie va a pensar que una marcha por la muerte de un fiscal es "destituyente" o que una movilización es "golpista"

Es por eso que estos países incluyen en sus constituciones la revocatoria de mandatos, es decir, por medio de un referéndum popular se puede votar que el mandato sea interrumpido. "Paradójicamente", tal es el caso del Estado Plurinacional de Bolivia (art. 240), la República Bolivariana de Venezuela (art. 72) y la República del Ecuador (art. 105 y 106). ¿Qué opinarán nuestros políticos?

Pero volviendo a nuestro tema: algunas críticas a la corrupción K llegan tarde. Hubo por lo menos tres cacerolazos contra el Gobierno de Cristina Kirchner. No era tan difícil subirse a un colectivo o sacar el auto o la bici y protestar. Cuestionar ahora llega tarde. Es verdad, mejor tarde que nunca. Pero tarde.

Lo muy interesante es que la misma pasividad social en torno a 2011 respecto al Gobierno de Cristina Kirchner se está repitiendo ahora en 2016 con el Gobierno de Mauricio Macri. Es sorprendente la falta de pensamiento crítico sobre los #PanamaPapers -realmente dudo qué es peor, ¿si un Presidente en ejercicio evadiendo impuestos y descubierto por una investigación mundial o un ex secretario de Obras Públicas escondiendo plata robada?-, los negocios incompatibles de Juan José Aranguren como Ministro de Energía y accionista de Shell, o el silencio frente a los millones de argentinos que caen del mundo y pasan a engrosar las filas de la pobreza y la indigencia. ¿O acaso nuestra crítica a la desigualdad durante el kirchnerismo era una hipocresía para pegarle a Cristina Kirchner?

Tal vez sea de malcogido ser tan crítico. Puede ser. Pero en algún momento debemos entender que la corrupción y las políticas económicas en contra de las mayorías van a durar hasta que estas mismas mayorías lo permitan. Van a durar hasta que nosotros se los permitamos.

Tiene que ser claro. No es posible construir equidad con corrupción. Ni es posible construir transparencia hambreando a las mayorías.

Mientras esas dos cosas no se den, sólo nos queda protestar. O seguir recordando a la Argentina de comienzos del siglo XX, hablar del "granero del mundo" y seguir preguntando "¿qué nos pasó?".

No hay comentarios:

Publicar un comentario