12 abril 2014

Los carneros y el "Yo no paro"

A algunos no les quedó otra que trabajar. Otros intentaron, pero no pudieron llegar. Otros, gracias a los piquetes y la falta de transporte, pudimos faltar al laburo. No sindicalizados y con poca experiencia de paro, si no hubiera sido por los cortes y los bondis, muchos clasemedieros habríamos ido a laburar, por más que estemos molestos con la crisis auto-provocada por las políticas económicas de Cristina Kirchner.

Hugo Yasky, carnero profesional de la CTA oficialista. La Central clama: "CTA de los trabajadores, ni de los gobiernos, ni de los patrones". Sin embargo, el tipo perdió con Pablo Micheli y con el aval del kirchnerismo fracturó la central.

Finalmente, un último grupo de personas militó en contra del paro. Sin más argumento que mencionar una y otra vez que era el paro de Moyano y Barrionuevo. O que se le hacía el juego de la derecha. O que era una protesta "política". Como si la retórica pudiera suplantar la realidad de que sólo el 10% gana más de $ 9.000 cuando la Canasta Básica Total para una familia tipo ronda las seis o siete luquitas.

Estaban tan ofuscados que salieron a gritarlo en las redes sociales. Hay que militar en contra de un paro, ¿verdad? Nadie dice que no trabajen ni que disfruten de su "década ganada", pero, ¿dónde está la solidaridad con los que menos ganan? Realmente no se dan cuenta del humor social. ¿Dónde está la solidaridad con el 30 por ciento de trabajadores informales que no les alcanza el mango? Realmente no palpan que algo cambió. ¿Justamente muchos de los "Yo no paro" no repiten que hay que ser solidarios con los que menos tienen y claman por la justicia social? Vamos Cumpa, ¿qué es lo que en verdad defiende? A lo sumo, si usted y los suyos están muy bien, no era mejor quedarse callado y que los que no están tan bien, que son bastantes, chillen tranquilos.

Me hizo acordar al apagón de 1996 en contra de las políticas neoliberales de Menem. Rodolfo Daer de la CGT menemista salió a decir que no adherían porque era una medida "política". Mientras que Eduardo Duhalde, Néstor Kirchner, Dante Gullo, Adolfo Rodríguez Saa, José Manuel De la Sota, José Luis Gioja, Miguel Ángel Piccheto, entre tantos otros, salieron a apoyar al Gobierno con una solicitada.

12 de septiembre de 1996. Solicitada a favor de las políticas neoliberales de Menem.

En términos de chicana política, a quienes están en contra de los paros se los llama "carneros". Un carnero es una persona que suele mirar su propia situación económica sin importarle la situación de los otros. Los carneros no suelen tener conciencia sobre su situación de clase, sus derechos laborales y son pocos solidarios con la lucha de otros trabajadores. Siempre están del lado del Gobierno o la patronal.

Podríamos estar hablando rato largo de los carneros y podríamos ir desenredando cada uno de las falacias que han esbozado. Pero antes que eso, prefiero citar un poema que circula por ahí. Muchos lo atribuyen al poeta chileno Pablo Neruda, mientras que otros sostienen que en verdad es del escritor y luchador venezolano Miguel Otero Silva. Sea de quien sea, allí va.


LAS MANOS DEL ROMPEHUELGA (Click para escuchar)
Manos torpes y manchadas

las manos del rompehuelga

manos que cuando trabajan, traicionan.

Manos arteras

cuyo sudor no enaltece

sino ultraja lo que crean.

Son las manos mas infames

las manos del rompehuelga.

Ni las del enterrador

sucias de muerte y de tierra,

porque el mismo enterrador

tiene las manos honestas.

No hay otras manos tan viles

como las del rompehuelga.

Ni las manos del verdugo

oscuras de sangre ajena,

ni las manos que en las cárceles

remanchan negras cadenas.

No hay manos que agravien tanto

como las del rompehuelga.

Manos que cuando se alquilan,

alquilan su honor con ellas.



Podrido barro en las uñas

y sangre verde en las venas.

Surcadas de maldiciones

las manos del rompehuelgas.

Oí decir a un anciano

obrero de voz abuela,

mientras mostraba las manos

arrugadas de faena:

"Prefiero las manos mancas

que manos de rompehuelga".

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