06 febrero 2014

Sobre el 7F

Siempre disfruté ver el ataque del kirchnerismo a los cacerolazos de la heterogénea clase media. No hacía falta ser Foucault ni Weber para darse cuenta de que detrás de tanto discurso anti "cacerolo", lo que se escondía era una defensa al propio gobierno en lugar de una defensa del bien común. Como si la protesta social no fuera sana para una democracia.

Por eso el kirchnerismo, desde el más fanático hasta el más "sweet", tomaban un reclamo fascista (de la infinidad de reclamos que había; de hecho, nunca vi circular mi cartelito que pedía por los Qom) y lo hacía viral. O decían que los manifestantes apoyábamos a Pando o "Biondono" (así decía un repetidor, en lugar de Biondini). Defendían el gobierno que apoyan, escondían el descontento y decían que las protestas no servían para nada. Creo que no hace falta recordar la derrota electoral del año pasado y, analizar, cuánto jugaron para ello los cacerolazos.

Es bueno saber que el kirchnerismo descubrió que los hipermercados la juntan en pala. Vaya si para ellos no fue una década ganada 

Utilizar las redes sociales para comunicar un boicot me parece una estrategia de comunicación correcta. De hecho la militancia kirchnerista está formada por mucha clase media con acceso a wi-fi, y muchos nos enteramos del 7F a partir de las redes.

La verdad que me parece bien que el kirchnerismo haga un boicot contra las grandes corporaciones como son los supermercados. Hace años decimos que los super la vienen juntando en pala. Como antes lo dijimos con Repsol y nos decían que era imposible estatizar. O como antes con Clarin. O como lo decimos ahora con Monsanto, la Barrick Gold, las grandes sojeras y exportadoras de granos y aún no nos quieren escuchar. Tal vez algún día hasta le meten un impuesto a la renta financiera que ya perdimos la esperanza de tanto pedirlo. También debemos admitir, para darles la derecha (o la izquierda), que la estatización de las AFJP ha sido mérito propio de ellos. Nadie lo pedía y nadie lo esperaba. Paradójicamente dicen que fue idea del neoliberal y garca de Boudou.

Eso es lo malo y lo bueno del kirchnerismo: mientras son amigos del capital privado está todo de 10. Todo we we. Pero por suerte, gracias a la mano invisible que regula el mercado, en algún momento sus intereses chocan con el capital privado. Para mí es puja por el poder y ahí descubren que mejor beneficiar al pueblo. Para otros es la incansable búsqueda de justicia social. Nuestro debate no es importante salvo para quienes gustamos de discutir y provocar.

Que quede bien en claro: es bueno saber que el kirchnerismo descubrió que los hipermercados son grandes pulpos que la juntan en pala. Que la vienen juntando en pala. Vaya si para ellos no fue una "década ganada". El pobre Samid parecía un nabo repitiéndolo en soledad.

Personalmente no creo que un boicot de 24 horas esté condenado al éxito. Las personas no van todos los días a los super. Algunos una vez al mes, otros una o dos veces por semana. Sería solo cambiar el día. Para mí sería mucho más beneficioso (y largoplacista) una campaña para incentivar la compra en los almacenes de barrio o crear un supermercado estatal que tire los precios hacia abajo. ¿Y por qué no estatizar a alguno de todos ellos? Sólo a uno, para que sirva de variable para comparar cómo los otros remarcan por encima de una ganancia suficiente. ¿O por qué no que creen su propio supermercado de capital privado K o abrir cooperativas? Ahí les pueden dar el know-how Lázaro Baez y Cristóbal López.

Es bueno saber que el kirchnerismo se dio cuenta de que los supermercados la juntan en pala. Tardaron 6 años con Clarin, 9 años con Repsol y 10 años con los hipermercados. Ojalá su batalla rinda frutos... Y que sus intereses políticos choquen en el futuro con los intereses económicos de otras corporaciones.

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