13 abril 2015

Gracias Galeano

"Pero otros, otros arden la vida con tantas ganas que no se 
puede mirarlos sin parpadear. Y, quien se acerca, se enciende"

Yo no sé si es una tristeza que se haya muerto Eduardo Galeano. Se perdió a alguien valioso, claro, pero, como antes otros, su vida nos dejó un legado que trasciende a su muerte. 

El maestro uruguayo nos regaló un montón de historias para enriquecer nuestras vidas. Pero a diferencia de antes otros, las historias de Galeano están repletas de esperanza, de equidad, de solidaridad, de ausencia de miedos, del valor de la palabra, de fueguitos y, por qué no, de América Latina. La palabra de Galeano nos empapa de ganas de luchar por un mundo mejor. Nos enseña a encontrar lo bello en lo pequeño. Narrando no sólo escribió su historia, sino que sembró miles y millones de almitas dispuestas a buscar la felicidad de las mayorías; dispuestas a frenar la ambición de unos pocos. 

Por esto -y por más- tanta gente recuerda hoy al autor de "Las venas abiertas de América Latina". Galeano ayudó a sembrar un ejército de soñadores. A entender que no es tan malo ser bueno. 

Y, por supuesto, a creer en las utopías.


 

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