01 abril 2015

“La idea es apoyar a los chicos que quieren estudiar”

Alcides Ferreyra tiene 39 años y hace tres es el mburuvicha -cacique- de Tamandua. Su objetivo es que los niños puedan estudiar en la ciudad, volver a la comunidad y acceder a un trabajo formal. Quiere mejorar la calidad de vida de los guaraníes y que se formen profesionalmente, pero señala que deben estar preparados.

Alcides Ferreyra junto al nuevo jardín maternal que están construyendo en la comunidad guaraní de Tamandua.

Diarios de un Principito: ¿Cuál es el rol de un mburuvicha en una comunidad guaraní?
Alcides Ferreyra: Ser líder de un grupo de personas es un compromiso. Siempre hay cosas para hacer. Un cacique debe tener un proyecto de trabajo. Mi objetivo es mejorar la calidad de vida de Tamandua, tras años de mala situación económica. 

DP: ¿Cuáles son las necesidades principales?
AF: La idea es apoyar a los chicos que quieren estudiar. Para eso los incentivamos y hablamos con ellos. Que tengan posibilidades de un buen trabajo. Hoy es complicado tener un empleo formal. En la comunidad siempre hay laburo, pero no es lo que uno pretende para sus hijos: que sean mejor que uno.

DP: ¿Trabajan en conjunto con la municipalidad de 25 de Mayo?
AF: Tiene que haber muchos actores. Para que los chicos puedan ir al colegio el municipio pone a disposición una movilidad. Después debemos acompañar los padres. No es fácil porque hace falta más que el incentivo como pasajes, comida y vestimenta. Los chicos deben tener lo mínimo porque si no es imposible.

DP: A diferencia de otros pueblos indígenas, la Comunidad Tamandúa tiene la propiedad de sus tierras y acceso a agua potable. ¿Qué es lo que falta mejorar?
AF: Es verdad, la comunidad está bastante bien. No hay necesidad de salir a mendigar como otros pueblos. Esto se debe al trabajo de los caciques anteriores que lograron los títulos de propiedad comunitaria, la luz y la vivienda. Eso no se hace hablando ni sentado en la comunidad, sino saliendo y dialogando con el Gobierno. No es que vienen de afuera a preguntarnos. Debe haber un interés de nuestra parte.

DP: Si les hace falta una vivienda, ¿qué acciones realizan?
AF: Primero intentamos solucionarlo entre nosotros. Pero es difícil porque podés cortar la madera, pero necesitás una motosierra. Y tenés que saber cortar. También necesitás combustible. Una vez hice una casa solo, pero sale más caro de lo que imaginás, más allá de que tengamos la materia prima en el monte.

DP: ¿Cómo es la relación con otros pueblos guaraníes?
AF: En la provincia de Misiones hay más de 105 comunidades guaraníes y hay muy buena relación. Nos conocemos entre todos. También hay contactos con los qom y los wichí.

DP: En la comunidad se nota una gran difusión de contenidos por la televisión e internet, ¿esto representa una problemática para la permanencia de la cultura guaraní?
AF: Yo creo que los chicos guaraníes tienen el mismo derecho que otros a acceder a internet, computadoras o netbooks. Para mí no tendría que ser un problema.

DP: ¿Cuáles son los desafíos que tiene la comunidad de cara al futuro?
AF: En primer lugar, que los chicos puedan terminar sus estudios y vuelvan a Tamandua. Como médicos, abogados o una profesión que aporte a la comunidad. Es una demanda. Yo quiero que la comunidad tenga fuentes de trabajo. Que no sea creadora de mano de obra para otros, sino para nosotros mismos. Pero para eso tenemos que estar preparados.

Frente al jardín maternal y la vieja escuela, se construye también un playón deportivo para los chicos que se suma a una cancha de 11.

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